Transversalidad

La Transversalidad y Aplicación en el Aula


En los últimos 30 años de quehacer ajedrecístico y pedagógico, en la escuela Infantil Exploradores Mikhail Botvinnik, hoy en día “Escuela de Formación Deportiva  Cuadrante Mágico Jose Ignacio Rengifo E”, nació la inquietud de que este artilugio, proveniente de las sabidurías más antiguas de la humanidad, era a la vez una puerta al conocimiento, un vehículo pedagógico con el cual podemos en una forma alegre, recreativa y lúdica, transportar a los niños, jóvenes y personas mayores por una sinergia de la magia de las matemáticas, literatura, la filosofía y las artes, de nuestra propia cultura, logrando un desarrollo especial en sus mentes, en sus criterios, en su memoria, en sus valores; en síntesis, construir unas bases y estructuras sólidas que permitirán un mejor manejo de nuestros cerebros, su mejor desarrollo químico, físico y cognitivo.

Como mencioné, se ha librado una dura batalla dialéctica en el tiempo, tres décadas, que pareciera ser nada; y así, mostrar la importancia del ajedrez como una herramienta de características disímiles, variables y objeto de aplicación en el desarrollo práctico de todos los conocimientos humanistas. De pasarlo de simple juego de entretención, de deporte a un elemento transcendente en la educación, transitando al aula donde cada docente pueda transcurrir, enseñar y divertir su área específica, viajando al mágico universo del ajedrez.

Ejemplo:

En la enseñanza de la historia, podemos encontrar, discurriendo en la génesis, mutación y desarrollo del ajedrez todas las herramientas lingüistas de tiempo, de modo,  de lugar y fascinación por los recuerdos de la humanidad.


Las matemáticas tan necesarias en el desarrollo de nuestras capacidades mentales están incrustadas desde lo básico a nivel numérico y geométrico en el ajedrez permitiendo que el docente, maestro o profesor, las haga visibles y agradables para sus estudiantes.




Los Valores y el Ajedrez 



Responsabilidad: Los únicos responsables de lo que sucede en el tablero son los jugadores con sus decisiones. No hay lugar para la suerte ni otras circunstancias externas

Planificación:     Las jugadas no se eligen aisladamente sino formando parte de un plan o una línea de actuación a más largo plazo.

Respeto al rival: Actitud respetuosa que se manifiesta antes, durante y después de las partidas, evitando comentarios desafortunados que puedan molestar al contrincante.

Tenacidad: Durante el fragor de la lucha los jugadores aplican toda su voluntad y su energía a la obtención de la victoria. Esta perseverancia puede utilizarse para otros objetivos.

Cortesía: Visible en los tradicionales y casi obligatorios saludos, en forma de apretón de manos, antes de comenzar y al finalizar cada partida.

Orden: Puesto que el tiempo de reflexión es limitado, los jugadores se acostumbran a aprovecharlo estructurando su pensamiento de forma ordenada y eficiente.

Decisión: Una partida de ajedrez es una continua toma de decisiones (elección de jugadas) por ambos jugadores. Para tomar cada decisión el jugador tiene que considerar muchos factores distintos.

Autocontrol: El proceso de reflexión anterior a cada jugada actúa como freno a la impulsividad y acostumbra a pensar antes de actuar.

Solidaridad: Los niños que saben más tratan de orientar y aconsejar a sus compañeros con menos conocimientos.

Autocritica: El valor de la autocrítica constructiva consiste en reconocer los propios errores y deficiencias para tratar de superarlos. La autocrítica de las propias partidas es clave para mejorar.

Esfuerzo: Es la base del progreso tanto en ajedrez como en cualquier otro deporte, y el fundamento de todo trabajo bien hecho.

Respeto a las normas: Las relativamente estrictas normas del ajedrez acostumbran al estudiante a adaptarse a los reglamentos o normas de conducta inherentes a cada situación.

Deportividad: Se aprende a ganar y perder con elegancia, puesto que ambas situaciones son muy frecuentes tanto en el ajedrez como en los demás deportes.

Atención: Los niños necesitan volcar su pensamiento en la partida de ajedrez y comprueban que se entienden mejor las cosas si se ponen todos los sentidos en ellas.

Razonamiento: Detrás de los planes y las secuencias de jugadas existe una lógica matemática subyacente que es aplicable a otras muchas situaciones.

Creatividad: Una partida de ajedrez es una permanente resolución de situaciones concretas, que se resuelven con grandes dosis de creatividad.

Análisis: Cada posición de la partida debe ser analizada minuciosamente antes de llegar a una conclusión válida sobre el plan y las siguientes jugadas a realizar.

Imaginación: Muy ligada a la creatividad, es necesaria para la continua resolución de problemas que supone una partida de ajedrez.

Cálculo: La elección de una jugada correcta se basa en un ejercicio de cálculo de las diferentes posibilidades de acción que tienen ambos contendientes.

Concentración: El ajedrez desarrolla extraordinariamente la capacidad de abstraerse del mundo exterior y centrar la mente en una única tarea.

Memoria visual: Toda la información de la partida se recibe a través de la vista, y la mente trabaja con imágenes reales (posición de las piezas) y virtuales (posición imaginaria de las piezas durante el proceso de reflexión).

Silencio: El respeto al silencio como fuente de concentración es un valor aplicable al ajedrez o a cualquier otro tipo de actividad intelectual o creativa.

Compañerismo: El sentido de colaboración se manifiesta en las competiciones por equipos, donde cada individuo aporta su esfuerzo y conocimientos para el bien del grupo.

Síntesis: Además de fijarse en los detalles es necesario hacer valoraciones globales de la posición y captar lo esencial de cada situación.



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