Inteligencias

Generando Inteligencias Múltiples


En  tiempos antiguos  “griegos, fenicios, persas, mayas, incas entre otros“,  se creía que el hombre disponía de una inteligencia única.  Se catalogaba a una persona inteligente por  resolver principios matemáticos, astronómicos, artísticos o lingüísticos. Con el paso del tiempo se descubrió que el hombre poseía otros tipos de inteligencias como la espacial, la naturalista y la manual, entre otras. Todo ser humano nace con unas capacidades o inteligencias innatas que le permiten desarrollarse y sobrevivir al medio ambiente, a la cultura y así mismo.

Albert Einstein consideraba la inteligencia como la capacidad de resolver problemas, es tan cierto lo de las inteligencias múltiples que hay personas con gran capacidad de inteligencia literaria, matemática, artística etc, pero que no les permite solucionar sus problemas diarios de vida, porque no tienen las inteligencias espaciales, inteligencias relativas al contacto con la realidad y hay personas que son catalogadas como no muy inteligentes pero que increíblemente tiene mejor calidad de vida ya que tienen mejor  desarrolladas las inteligencias naturalistas y de contacto, es decir son más sociales. En sentido sociológico  la capacidad de adaptarse, sobrevivir y ser exitoso es una suma de inteligencias múltiples.


Como decían los antepasados, cada ser humano nace  con una inteligencia innata, por lo que podemos concluir  que naturalmente,  si se tiene en cuenta esas inteligencias y se  estimula su desarrollo, seguramente ese niño o niña va a ser distinguido por sus habilidades en una área específica del conocimiento, trabajo, estudios, entre otros, desarrollando sinergias en inteligencias afines.  







Por ejemplo el niño que no tiene la habilidad matemática o lingüística bien desarrollada, pero es hábil con las manos, posee una inteligencia manual “corporal cinestésica”. Si se  logra que  manipule papel, arcilla y diferentes materiales maleables, al transcurrir el tiempo este niño será capaz de moldear figuras humanas, animales espaciales y  geométricas construyendo la suma de inteligencias que debe poseer un gran artista. Pero si al contrario por su supuesta falta de inteligencia matemática o lingüística, no se le valora y estimula  la inteligencia que tiene,  hablando religiosamente, que Dios le dio, seguramente va  hacer una persona frustrada e incapaz de distinguirse en su núcleo y círculo social laboral y económico.





No es que el trabajo con el ajedrez provea nuevas inteligencias,  el ajedrez es un gran generador de cada inteligencia permitiendo que cada habilidad sea sometida a procesos de amalgamiento e interrelación de las diferentes inteligencias.

Viajando al mágico mundo del ajedrez podemos encontrar el desarrollo de prácticamente  todas las inteligencias,  permitiendo su desarrollo a niveles muy superiores de lo que normalmente una persona tiene. veamos:



La inteligencia lógica matemática: Se desarrolla a través del juego del ajedrez con las diferentes variantes que tiene a su disposición el ajedrecista sumando y restando probabilidades de jugadas. También podemos concluir que la memoria se incentiva con las diferentes aperturas, técnicas de medio juego y final, en donde el ajedrecista por medio de la repetición constante, llega a memorizar millones de jugadas. Abstracción, memoria, estrategia, planificación y fuerza analítica.


MI. Camilo Torres, campeón nacional de mayores 2013 en Ibagué.


Inteligencia lingüística: Definitivamente el ajedrez es un soliloquio interpersonal en donde el ajedrecista desarrolla diálogos consigo mismo preguntas, respuestas, inquietudes, laberintos y acertijos que tiene que ser desarrollados en unos procesos de análisis y cálculos para dar con respuestas lógicas y acertadas. En este punto es claro que los niños desarrollaran la capacidad de dar soluciones.

Inteligencia espacial: También considerada como geométrica, en donde el ajedrecista observa detenidamente el tablero y  las piezas formando imágenes que en su conjunto construyen una partida de ajedrez.

Inteligencia musical: es reconocida la hermandad entre la música y el ajedrez y tal vez esa unidad tiene que ver mucho con la sucesión de imágenes que se convierte en música y sonidos, y en el ajedrez en jugadas, ambas se pueden escribir o simbolizar para luego ser leídas.



Inteligencia corporal cinestésica o manual: Se puede trabajar  con el ajedrez de los invidentes “ajedrez braille”, donde estos, tocando las piezas blancas y negras con distintivos especiales, pueden jugar a niveles insospechados partidas increíbles.

Inteligencia intrapersonal: A través del juego del ajedrez, aprendemos a conocernos, a conocer nuestras fortalezas “haciéndolas visibles” y debilidades “ocultándolas”, a profundizar en nuestro interior, a reconocernos específicamente y al trascurrir en el tablero de ajedrez vamos mostrando ese interior. Ya sea como personas calmadas o personas violentas, agresivas, entre otras.



Inteligencia interpersonal: así como jugando ajedrez nos conocemos interior mente, podemos conocer a nuestros rivales en su manera de pensar, de analizar objetivos tácticos estratégicos, que no son más que una muestra de su personalidad y características interiores  puestas en un tablero de ajedrez.

“El ajedrez, un juego en el que se reflejan 
y confirman todas las pasiones del hombre, 
su locura y sus esperanzas, ha sido siempre
algo bien distinto a un simple juego”.

William Faulkner.



En los últimos 30 años de mi quehacer ajedrecístico y pedagógico, tuve la inquietud de que este artilugio, proveniente de las sabidurías más antiguas de la humanidad, era a la vez una puerta al conocimiento, un vehículo pedagógico con el cual podemos en una forma alegre, recreativa y lúdica, transportar a los niños, jóvenes y personas mayores por una sinergia de la magia de las matemáticas, literatura, la filosofía y las artes, de nuestra propia cultura, logrando un desarrollo especial en sus mentes, en sus criterios, en su memoria, en sus valores; en síntesis, construir unas bases y estructuras sólidas que permitirán un mejor manejo de nuestros cerebros, su mejor desarrollo químico, físico y cognitivo.

Como mencioné, he librado una dura batalla dialéctica en el tiempo, tres décadas, que pareciera ser nada; y así, mostrar la importancia del ajedrez como una herramienta de características disímiles, variables y objeto de aplicación en el desarrollo práctico de todos los conocimientos humanistas. De pasarlo de simple juego de entretención, de deporte a un elemento transcendente en la educación, transitando al aula donde cada docente pueda transcurrir, enseñar y divertir su área específica, viajando al mágico universo del ajedrez.

Ejemplo:

En la enseñanza de la historia, podemos encontrar, discurriendo en la génesis, mutación y desarrollo del ajedrez todas las herramientas lingüistas de tiempo, de modo,  de lugar y fascinación por los recuerdos de la humanidad.

Las matemáticas tan necesarias en el desarrollo de nuestras capacidades mentales están incrustadas desde lo básico a nivel numérico y geométrico en el ajedrez permitiendo que el docente, maestro o profesor, las haga visibles y agradables para sus estudiantes.

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