Memorias

IV JAHV McGREGOR de Ajedrez ITT 2013






CULTURA AJEDRECISTICA INSTITUCIÓN EDUCATIVA 
TÉCNICA ALBERTO CASTILLA


La Institución Educativa Técnica Alberto Castilla esta ubicada en la Cra 2 Calle 107, barrio el Topacio en la ciudad de Ibagué


En esta institución se dicto el taller de Cultura Ajedrecística a un numero de sesenta y cinco (65) docentes.


El taller se aplico trabajando las inteligencias multiples a traves del ajedrez

 



CULTURA AJEDRECÍSTICA INSTITUCIÓN EDUCATIVA 
JUAN LOZANO Y LOZANO - SEDE 2 HERMANO ARSENIO







CULTURA AJEDRECÍSTICA INSTITUCIÓN 
EDUCATIVA BOYACA 


El instituto Boyacá se encuentra ubicado  en la dirección  carrera 5 con calle 20 esquina


los instructores que impartieron la cátedra de cultura ajedrecística en esta institución fueron Jaime  Walter  Díaz y Martha Rengifo


se contó con gran participación de docentes y alumnos  


Con los talleres de cultura ajedrecística  estamos trabajando con la niñez y los docentes de algunos de los colegios de Ibagué  


Se esta trabajando con los docentes de estas instituciones para que el maravilloso juego del ajedrez se aplique en la enseñanza  de sus materias transversalmente 


CULTURA AJEDRECÍSTICA INSTITUCIÓN 
NUEVA ESPERANZA LA PALMA


La institución educativa Nueva Esperanza la Palma esta ubicada en el corregimiento de Buenos Aires - Cruce Payande 


Los docentes que realizaron la cátedra de Cultura Ajedrecística fueron el MN. Luis Humberto Suaréz y el licenciado Jaime Wualter Diaz


La institución cuenta con agradables espacios, con salones iluminados y espacios verdes.


Maestros y alumnos recibieron con agrado la cátedra de ajedrez.


Sin duda estos niños y docentes harán del ajedrez una herramienta muy importante para el aprendizaje de todas las materias transversalmente.

CULTURA AJEDRECÍSTICA INSTITUCIÓN 
ANTONIO REYES UMAÑA 


La institución educativa técnica Antonio Reyes Umaña, esta ubicada en la Carrera 4 sur 29-30 Barrios las brisas en la ciudad de Ibagué. 


Se hicieron participes los docentes Ángela María López, Jaime Trujillo, Nubia Janet Cuervo, entre otro docentes. Ademas se contó con  la participación de mas de 100 alumnos de los grados de primaria.  


La participación de los docentes y alumnos fue muy amena y agradable.


Con la transversalidad aplicada en el ajedrez se tocaron varios temas como la historia, las matemáticas, los valores, entre otros.


Los niños participaron activamente de la cátedra de ajedrez.



CULTURA AJEDRECÍSTICA INSTITUCIÓN 
TÉCNICO CIUDAD ARKALA


La Institución Técnico Ciudad Arkala, esta ubicada en la Urbanización Ciudad Arkala / mz N Casa 19 de la ciudad de Ibagué, 


Los alumnos de Ciudad Arkala participaron efusivamente, realizando múltiples preguntas las cuales fueron gratamente respondidas por los instructores de la cátedra de ajedrez. 

CULTURA AJEDRECÍSTICA INSTITUCIÓN EDUCATIVA RURAL EL CAY




CULTURA AJEDRECÍSTICA COLEGIO 
JUAN LOZANO Y LOZANO 




CULTURA AJEDRECISTICA SAN JUAN DE LA CHINA




ALCALDE AMIGO SAN JUAN DE LA CHINA



CULTURA AJEDRECISTICA STAND



Yo, MALBA TAHAN dedico estas páginas, sin valor, de leyenda y fantasía, en BAGDAD, a 19 lunas de Ramadán de 1321.


Se dice que vivió en la India uno de los monarcas más ricos y generosos de su tiempo llamado Rey Ladava, debido a la guerra se vio el hombre bueno y generoso en obligación de  tomar la espada para repeler un insólito y brutal ataque del aventurero Varangul, que se decía príncipe de Calián.  En la batalla su querido hijo Adjamir terminó con el pecho atravesado por certera flecha,  siendo su acción definitiva para la victoria, el dolor que la pérdida de su hijo causó en el monarca fue tanto que suspendió las festividades para celebración de la victoria y encerrado en sus habitaciones sólo salía para atender casos de extremada urgencia que requerían su presencia.

Con el correr de los días en lugar de apagarse los recuerdos de la penosa campaña, más se agravaban la angustia y la tristeza, que, desde entonces oprimían el corazón del Rey.  ¿De que le podrían servir, en verdad, los ricos palacios, los elefantes de guerra, los tesoros inmensos, si ya no vivía a su lado aquel que fuera siempre la razón de su existencia?  ¿Qué valor podrían tener, a los ojos de un padre inconsolable, las riquezas materiales, que no borrarían nunca el recuerdo del hijo desaparecido?

El infeliz monarca pasaba largas horas trazando, sobre una gran caja de arena, las diversas maniobras de las  tropas de asalto, una vez completo el cuadro de los combatientes, con todos los detalles que pudiera evocar, borraba el rey todo y comenzaba una y otra vez, una batalla que se reproducía indefinidamente, desgraciado monarca, murmuraban los sacerdotes, apenados, procede con un sudra (esclavo), a quien Dios privó del uso de la razón!  Sólo Dhanoutara (Diosa), poderosa y clemente, podrá salvarlo.

Y los bracmanes elevaban oraciones, quemaban raíces aromáticas, imploraban a la diosa clemente patrona de los enfermos, que amparase al soberano de Taligana.

Un día, finalmente, fue informado el rey de que un joven pobre y modesto solicitaba una audiencia que venía pidiendo desde hacía algún tiempo.  Como estuviese en ese momento en buena disposición de ánimo, ordenó el rey que llevasen al desconocido a su presencia.

Conducido a la gran sala del trono, fue interpelado el joven, como lo exigía la costumbre, por uno de los visires del rey. ¿Quién eres, de dónde vienes y qué deseas de aquel que, por la voluntad de Vichnú, es rey y señor de Taligana?
Mi nombre –respondió el joven- es Lahur Sessa y vengo de la aldea de Mahir que está a treinta días de marcha de esta bella ciudad.

Al recinto en que vivía llegó la noticia de que nuestro bondadoso rey arrastraba los días, en medio de profunda tristeza, amargado por la ausencia del hijo que le robara la guerra, pensé, en inventar un juego que pudiera distraerlo y abrir en su corazón las puertas a nuevas alegrías.  Es este el insignificante obsequio que deseo, en este momento ofrecer a nuestro rey ladava.

Lo que Sessa traía al rey ladava consistía en un gran tablero cuadrado, dividido en 64 cuadritos iguales; sobre este tablero se colocaban dos colecciones de piezas, que se distinguían unas de otras por el color, blancas y negras, repitiendo simétricamente los motivos y subordinadas a reglas que permitían de varios modos su movimiento.

Sessa explicó con paciencia al rey, a los visires y cortesanos que rodeaban al monarca en qué consistía el juego, enseñándole las reglas esenciales:

Cada jugador dispone de 16 piezas, ocho (8) piezas pequeñitas llamadas peones, dos (2) torres (en representación de los elefantes), dos (2) caballos, en representación de la caballería, que pueden saltar como corceles, sobre las otras, también dos (2) alfiles (en representación de los visires que eran nobles y de prestigio), otra pieza, dotada de amplios movimientos más eficiente y poderosa que las demás representaba la reina.  Completa la colección una pieza que poco vale, pero que amparada por las otras se torna muy fuerte: es el rey.  En pocas horas el rey aprendió las reglas del juego, Sessa de vez en cuando, intervenía respetuoso, para aclarar una duda o sugerir un nuevo ataque o defensa, en determinado momento el rey hizo notar que la partida parecía reproducir la batalla de Datsina.



Observad dijo el inteligente inventor, que para conseguir la victoria es imprescindible el sacrificio de este alfil.

E indicó precisamente la pieza que el rey ladava, en el desarrollo del juego pusiera gran empeño en defender y conservar.

El juicioso Sessa demostraba, de ese modo, que el sacrificio de su hijo había sido indispensable para obtener la victoria sobre Varangul.

Al oír tales palabras exclamó el rey ladava sin ocultar su entusiasmo:

- No creí nunca, que el ingenio humano pudiera producir maravillas como este juego, tan interesante al para que instructivo.  Moviendo estas simples piezas aprendí que un rey nada vale sin el auxilio y la dedicación constante de sus súbditos.
Y dirigiéndose al joven inventor le dijo:  Pide lo que desees para que yo pueda demostrar, una vez más, cómo soy de agradecido con aquellos que son dignos de una recompensa.

Rey poderoso – recriminó el joven con suavidad y altivez -.  No deseo, por el presente que hoy os traje, otra recompensa que la satisfacción de haber proporcionado al señor de Taligana una pasatiempo agradable para aligerar el paso de las horas alargadas por agobiadora melancolía.  Yo estoy, por lo tanto, sobradamente recompensado, y toda otra paga sería excesiva.

Me causa asombro tanto desamor y desdén por las cosas materiales, joven.  La modestia, cuando es excesiva, es como el viento que apaga la antorcha, dejando al viandante en las tinieblas de una noche interminable, exijo, por tanto, que escojas sin demora una recompensa digna de tu valioso regalo, quieres una bolsa llena de oro, o un arca llena de joyas.  Aguardo tu respuesta, ya que mi palabra está ligada a una promesa.

No admitir vuestro ofrecimiento más que descortesía sería desobediencia al rey.  Voy pues, a aceptar por el juego que inventé una recompensa, no deseo, sin embargo, ni oro, ni tierras, ni palacios.  Deseo mi recompensa en granos de trigo.

¡Granos de trigo!  Exclamó el rey.  ¿Cómo podré pagarte con tan insignificante moneda? 

Nada más simple –declaró Sessa. Dadme un grano de trigo por la primera casilla, dos por la segunda, cuatro por la tercera, ocho por la cuarta, y así duplicando sucesivamente, hasta la sexagésima cuarta y última casilla del tablero.  Ruego a vos, rey generoso, que de acuerdo con vuestra magnífica oferta, ordenes el pago en granos de trigo y así como lo indiqué.

Insensato –declaró el rey- ¿Dónde aprendiste tan grande indiferencia por la fortuna?  La recompensa que me pides es ridícula y no alcanzaría ni para distraer unos días el hambre del último paria de mi reino.  En fin, ya que mi palabra fue empeñada, ordenaré que mi pago se haga inmediatamente conforme a tu deseo.

Mandó llamar el rey a los algebristas más hábiles de la corte y les ordenó calculasen la porción de trigo que Sessa pretendía. Al cabo de algunas horas de profundos estudios, volvieron al salón para hacer conocer al rey el resultado de sus cálculos.

Rey magnánimo –declaró el más sabio de los geómetras-: calculamos el número de granos de trigo que constituirá la recompensa elegida por Sessa, y obtuvimos un número cuya magnitud es inconcebible para la imaginación humana (18.446.744.073.709.551.615).  Hallamos enseguida, y con la mayor exactitud a cuantas “Ceiras” (unidad de capacidad y peso usada en la India) correspondía ese número total de granos y llegamos a la siguiente conclusión:  la cantidad de trigo que debe entregarse a Lahur Sessa equivale a una montaña que teniendo por base la ciudad de Taligana, fuese cien veces más alta que el Himalaya.  La India entera sembrados todos sus campos y destruidas todas sus ciudades, no produciría en un siglo la cantidad de trigo que, por vuestra promesa, debe entregarse al joven Sessa.

El soberano Indú se veía, por primera vez, en la imposibilidad de cumplir una promesa.  Lahur Sessa como buen súbdito no quiso dejar afligido a su monarca y públicamente renunció a lo que había pedido, y prosiguió:

¿Medita? Oh, rey sobre la gran verdad que los hombres prudente tantas veces repiten: los hombres más precavidos, eluden no sólo la apariencia engañosa de los números sino también la falsa modestia de los ambiciosos.  Infeliz de aquel que toma sobre sus hombros los compromisos de honor por una deuda cuya magnitud no puede valorar por sus propios medios, más previsor es el que mucho pondera y poco promete.

Encantado quedó el califa Al-Motacen cuando Beremis  terminó la singular historia del juego de Ajedrez.  Llamó al jefe de sus escribas y ordenó que la leyenda de Sessa fuese escrita en hojas especiales de pergamino y conservada en hermoso cofre de plata.



(Extractada del Libro de Malba Tahan

“El hombre que calculaba”)


Al sumar el numero del último escaque con los de más escaques o casillas, obtenemos el siguiente numero: 18.446.744.073.709.551.615


No hay comentarios:

Publicar un comentario